top of page
  • Foto del escritorSello InCorrecto

Festival Lasonada día 2: Qué Televisión Tan Puerca (el libro)

Para el segundo día de festival tuvo lugar el lanzamiento de Qué Televisión Tan Puerca (el libro), el segundo proyecto editorial de In-Correcto (la editorial). La jornada empezó con uno esos inoportunos aguaceros de esta –detestable– capital en la que vivimos. Mientras cruzaba la calle corriendo, vi a Camilo Casallas (el autor del libro [Qué Televisión Tan Puerca]) fumando y sonriendo en el patio de la librería Matorral. Algo de seguro tenía preparado. Días antes del estreno habíamos ensayado con un par de amigos un demencial talk show de Qué Televisión Tan Puerca (el show de televisión), en el que yo debía jugar el rol de presentador.


Sin embargo, el mal yuyu se había manifestado en nuestra cofradía y habíamos desistido. En cambio, para ese día íbamos a leer unos textos que había preparado Camilo y a rifar algunos afiches/memes de Qué Televisión Tan Puerca (el afiche/meme). Mientras nos saludábamos con entusiasmo, él me dirigió una mirada de complicidad –que por alguna razón me hizo pensar en las películas de gánsteres italianos– y me dijo: –Bueno, vamos a hacer esto –mostrándome los manuscritos.



Me paseé por la librería leyendo el texto, el programa “La Bola Humana” y fui por mi cerveza gratis. Entre tanto Camilo cuadraba el sonido y empezó a escucharse afuera una voz de robot. La lluvia menguó su paso y la gente empezó a llegar, pronto el patio estuvo lleno (creo que hubo gente que tuvo que quedarse de pie; inusual para una noche de lunes; de lluvia; de estreno de un libro; de Bogotá; de Colombia).


Ocupamos nuestros asientos y empezamos, Ale(ja) ―la hermana de Camilo― fue la presentadora oficial del concurso de afiches; algo como un “adivina quién” de personajes de la –miserable– televisión nacional. Detrás del divertido experimento creo que se abrieron algunas ventanas respecto al imaginario del éxito y también de las figuras públicas que componen a esta –maldita– estirpe: drogadicto, infiel, mal actor, pendejo, uribista, no-heterosexual, muerto, sobredosis, se cree gringo, etc... Hay siempre algo de odio y algo de amor en los ídolos, incluso cuando estos son pasajeros; el ruido blanco que acompaña nuestro día a día.



Todas las ilustraciones de este puerco libro fueron realizadas por Juan D.Quintero, A.K.A Yeidi

Empecé a leer el programa “La Bola Humana”, programa para el fin del mundo: La bola humana. Este es el nombre del programa. Un extraño nombre para un programa, pero un nombre que atrae. Un nombre, simplemente. Un nombre y ya. Igual, se hubiera podido haber llamado “El día de la creación” o “El nacimiento de la civilización” o, todo lo contrario “El fin de la civilización”. De hecho, estos dos nombres fueron pensados por los productores de la serie “La bola humana”, pero fueron descartados por ser considerados demasiado alejados del gusto selecto por la basura televisiva del gran público, y se le puso al programa así: La bola humana […].


Así el relato se explayaba en un sinnúmero de aplazamientos del contenido del programa “La Bola Humana”, una y otra vez el tema se iba por las ramas de forma casi esquizofrénica, aunque aquí y allá se insertaban guiños sobre la verdadera trama del programa:


[…] en la primera temporada se hace saber que hay una especie de monstruo, una bola de piel y órganos que cruza el país y que va engullendo seres humanos, y esta bola de piel y órganos toma uñas, corazones, hígados, apéndices e intestinos adjuntos, y los convierte en parte de este cuerpo espantoso, una bola de carne que va rodando y va robando almas y cuerpos. La bola, por supuesto, se convierte en un problema de salud público, y los ministerios de salud y de medio ambiente y de hacienda tratan de encontrar la causa del nacimiento de este ángel destructor, pero como un ángel, no es posible saberlo […].



Todas las ilustraciones de este puerco libro fueron realizadas por Juan D.Quintero, A.K.A Yeidi

El texto me empujaba a exhalar con mi voz esa atmósfera asfixiante del programa, de Bogotá y, por supuesto, de la televisión. El hastío del monstruo que hemos creado: un montón de imágenes que no dicen nada; pero no es solo el entretenimiento: nuestra vida es ese amasijo de imágenes estúpidas. Al final con la voz entrecortada terminé: […] Cada uno quiere ver su historia. Yo quiero ver mi historia. Cada uno quiere ver algún signo apocalíptico. Serie de culto o serie de mierda. Tú eliges. ¿Qué es esto tan desquiciado? Bueno, eres tú mismo. Esta es tu vida. Tu vida es esta maldita serie. La bola humana. Gira y gira, tragando órganos. Y ahora, ya cansado de leer, espero que termine esta cosa.


Finalmente la jornada terminó con la voz catódica de Camilo Casallas anunciando las buenas nuevas a todos los asistentes, a saber: 1. que el mundo se va a acabar y 2. que ya pueden adquirir el libro de Qué Televisión Tan Puerca (sí, el libro); que si están cansados de la vida rutinaria y terriblemente aburrida del siglo XXI, al menos pueden comprar un Vive 100 que haga más soportable su existencia, nuestro Soma; que la revolución nunca será televisada, pero sí retransmitida una y otra vez en propagandas de los partidos de fútbol; que pronto los antiguos vengadores despertarán y cobrarán su merecida venganza sobre la raza humana; que para toda extinción masiva también hay un entretenimiento masivo, y nosotros tenemos el mejor en QTTP (el libro).


Con esta profética y apocalíptica anunciación Camilo Casallas, que estaba como una especie de trance televisivo, dio cierre al segundo día del festival: Amigos, escúchenme: ¿están cansados de vivir anestesiados, de no poder tener tiempo para ustedes? ¿Están mamados de que el mundo no pare de girar para beneficio de unos cuantos poderosos; están cansados de ver en la televisión esta basura de niños cantando y de líderes políticos que hablan de huevos y de gallinas; y de que les digan que tienen que agradecer a Papá Dios por un trabajo inmundo de ocho horas en el que tienen que organizar una tabla de Excel infinita con el nombre de todas las personas que apoyan la noción de que el cambio climático no existe? No es posible. Es hora de un cambio. La lluvia era como la estática que se escucha cuando se pierde la señal...


Ahora pueden adquirir directamente con nosotros el libro de Qué Televisión Tan Puerca por un módico precio. El libro está compuesto por unas 60 páginas de exquisita literatura televisiva, un libro que ―como la televisión― es para todos y todas. Cada página describe una variedad de programas imposibles e hipotéticos, que la parte más enferma y sincera de tu subconsciente desea de una forma obsesiva. ¿Deleite de sociópatas? No lo sabemos, pero ya está aquí el único libro que promete devolver la alegría a tu vida, acompañado de unas maravillosas ilustraciones que son coherentes con el contenido de los programas y refuerzan su mensaje: todo está perdido. ¡Llame ya!



Todas las ilustraciones de este puerco libro fueron realizadas por Juan D.Quintero, A.K.A Yeidi

Texto por: Juan Sebastián Martín-Leyes (Ceviche)

32 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page